Zwanzigtausend Meilen unter'm Meer

Veinte mil leguas de viaje submarino

   Achtes Capitel.

   Capítulo 8

   Mobilis in Mobile.

   «Mobilis in mobile»

   Diese so brutale Entführung wurde mit Blitzesschnelle ausgeführt. Ich weiß nicht, welchen Eindruck die Einführung in den schwimmenden Kerker auf meine Genossen machte; ich meines Theils fühlte einen eiskalten Schauer über den Körper! Mit wem hatten wir's zu thun? Offenbar mit einer neuen Art von Piraten, welche in ihrer Weise Beute machten.

   Ese rapto tan brutalmente ejecutado se había realizado con la rapidez del relámpago, sin darnos tiempo ni a mis compañeros ni a mí de poder efectuar observación alguna. Ignoro lo que ellos pudieron sentir al ser introducidos en aquella prisión flotante, pero a mí me recorrió la epidermis un helado escalofrío. ¿Con quién tendríamos que habérnoslas? Sin duda con piratas de una nueva especie que explotaban el mar a su manera.

   Sowie sich die enge Platte über mir wieder geschlossen hatte, war ich vom tiefsten Dunkel umgeben. Meine an das Licht außen gewöhnten Augen konnten gar nichts wahrnehmen. Ich fühlte mit meinen nackten Füßen die Sprossen einer eisernen Leiter, woran ich mich klammerte. Ned-Land und Conseil wurden hinter mir hergeschleppt. Unten an der Leiter öffnete sich eine. Thüre und schloß sich rasselnd sogleich wieder.

   Nada más cerrarse la estrecha escotilla me envolvió una profunda oscuridad. Mis ojos, aún llenos de la luz exterior, no pudieron distinguir cosa alguna. Sentí el contacto de mis pies descalzos con los peldaños de una escalera de hierro. Ned Land y Conseil, vigorosamente atrapados, me seguían. Al pie de la escalera se abrió una puerta que se cerró inmediatamente tras nosotros con estrépito.

   Wir befanden uns allein. Wo? konnte ich nicht sagen, kaum mir denken. Schwarzes Dunkel umgab uns.

   Estábamos solos. ¿Dónde? No podía decirlo, ni apenas imaginarlo. Todo estaba oscuro. Era tan absoluta la oscuridad que, tras algunos minutos, mis ojos no habían podido percibir ni una de esas mínimas e indeterminadas claridades que dejan filtrarse las noches más cerradas.

   Ned-Land, wüthend über diese Begegnung, machte nun seiner Entrüstung Luft.

   Furioso ante tal forma de proceder, Ned Land daba rienda suelta a su indignación.

   »Tausend Teufel! schrie er, das sind Leute, so gastlich, wie Caledonier! Es fehlt nur noch, daß sie uns auffressen. Das würde mich nicht wundern, aber ich erkläre, sie würden mich nicht fressen, ohne daß ich protestire!

   -¡Por mil diablos! –exclamaba-. He aquí una gente que podría dar lecciones de hospitalidad a los caledonianos. No les falta más que ser antropófagos, y no me sorprendería que lo fueran. Pero declaro que no dejaré sin protestar que me coman.

   – Beruhigen Sie sich, Freund Ned, erwiderte Conseil gelassen. Entrüsten Sie sich nicht zu frühe. Wir sind noch nicht am Bratspieß!

   -Tranqulícese, amigo Ned, cálmese -dijo plácidamente Conseil-. No se sulfure antes de tiempo. Todavía no estamos en la parrilla.

   – Am Bratspieß zwar nicht, versetzte der Canadier, aber im Bratofen sicherlich! Es ist stockfinster hier. Zum Glück hab' ich mein Bowie-Messer bei mir, und ich sehe noch genug, um mich seiner zu bedienen. Der erste dieser Banditen, welcher Hand an mich legt ...

   -En la parrilla, no replicó el canadiense-, pero sí en el horno, eso es seguro. Esto está bastante negro. Afortunadamente, conservo mi cuchillo y veo lo suficiente como para servirme de él. Al primero de estos bandidos que me ponga la mano encima…

   – Ereifern Sie sich nicht so sehr, Ned, sagt' ich darauf zum Harpunier, und bringen Sie uns nicht durch unnütze Gewaltsamkeit in Gefahr. Wer weiß, ob man uns nicht Gehör giebt! Versuchen wir lieber erst zu wissen, wo wir sind!«

   -No se irrite usted, Ned -le dije-, y no nos comprometa con violencias inútiles. ¡Quién sabe si nos estarán escuchando! Tratemos más bien de saber dónde estamos.

   Ich ging umher und tastete. Fünf Schritte weit stieß ich auf eine eiserne Wand aus zusammengefügtem Blech. Darauf wendete ich mich um, und stieß wider einen hölzernen Tisch, neben welchem einige Schemel standen. Der Fußboden war mit einer dichten Matte von neuseeländischem Flachs belegt, so daß man die Tritte nicht hörte. An den nackten Wänden keine Spur von Thür oder Fenster. Conseil, der in entgegengesetzte Richtung gegangen war, kam in der Mitte der Cabine, die zwanzig Fuß lang und zehn breit war, mit mir zusammen. Die Höhe konnte Ned- Land trotz seiner Statur nicht messen.

   Caminé a tientas y a los cinco pasos me topé con un muro de hierro, hecho con planchas atornilladas. Al volverme, choqué con una mesa de madera, cerca de la cual había unas cuantas banquetas. El piso de aquel calabozo estaba tapizado con una espesa estera de cáñamo que amortiguaba el ruido de los pasos. Los muros desnudos no ofrecían indicios de puertas o ventanas. Conseil, que había dado la vuelta en sentido opuesto, se unió a mí y volvimos al centro de la cabina, que debía tener unos veinte pies de largo por diez de ancho. En cuanto a su altura, Ned Land no pudo medirla pese a su elevada estatura.

   Eine halbe Stunde verlief so, ohne daß unsere Lage sich änderte. Darauf verwandelte sich das dichteste Dunkel auf einmal in's grellste Licht. Unser Gefängniß wurde plötzlich mit einem so lebhaften Leuchtstoff erfüllt, daß mir der Glanz Anfangs unerträglich war. An der weißen Farbe und starken Wirkung erkannte ich die elektrische Beleuchtung, welche um das unterseeische Boot herum den prächtigen Schein einer Phosphorescenz erzeugte. Nachdem ich zuerst unwillkürlich die Augen geschlossen, öffnete ich sie wieder und sah, daß die leuchtende Kraft aus einer geglätteten Halbkugel oben an der Decke der Cabine hervordrang.

   Había transcurrido ya casi media hora sin modificación alguna de la situación cuando nuestros ojos pasaron súbitamente de la más extremada oscuridad a la luz más violenta. Nuestro calabozo se iluminó repentinamente, es decir, se llenó de una materia luminosa tan viva que no pude resistir al pronto su resplandor. En su blancura y en su intensidad reconocí la iluminación eléctrica que producía en torno del barco submarino un magnífico fenómeno de fosforescencia. Reabrí los ojos que había cerrado involuntariamente y vi que el agente luminoso emanaba de un globo deslustrado, encajado en el techo de la cabina.

   »Endlich! Nun ist's helle! rief Ned-Land, und setzte sich mit dem Messer in der Hand in Vertheidigungsstand.

   -¡Por fin se ve! -exclamó Ned Land, quien, cuchillo en mano, mostraba una actitud defensiva.

   – Ja, erwiderte ich, aber die Lage ist drum noch ebenso dunkel.

   -Sí -respondí, arriesgando una antítesis-, pero la situación no es por ello menos oscura.

   – Gedulde sich mein Herr nur,« sagte Conseil gelassen.

   -Tenga paciencia el señor dijo el impasible Conseil.

   Bei dieser Beleuchtung konnte man nun das kleinste Detail in der Cabine erkennen. Sie enthielt nur den Tisch und fünf Schemel. Die unsichtbare Thüre mußte hermetisch verschlossen sein. Kein Geräusch drang zu unseren Ohren. Alles im Innern des Bootes schien wie todt. Fuhr es fort, blieb es an der Oberfläche, versank es in den Tiefen? das ließ sich nicht errathen.

   La súbita iluminación de la cabina me permitió examinar sus menores detalles. No había más mobiliario que la mesa y cinco banquetas. La puerta invisible debía estar herméticamente cerrada. No llegaba a nosotros el menor ruido. Todo parecía muerto en el interior del barco. ¿Se movía, se mantenía en la superficie o estaba sumergido en las profundidades del océano? No podía saberlo.

   Indessen, die Beleuchtung war nicht ohne Grund eingetreten. Ich schöpfte daraus die Hoffnung, die Bewohner würden wohl bald sich zeigen.

   Pero la iluminación de la cabina debía tener alguna razón, y ello me hizo esperar que no tardarían en manifestarse los hombres de la tripulación. Cuando se olvida a los cautivos no se ilumina su calabozo.

   Ich irrte nicht. Die Riegel rasselten, die Thüre öffnete sich, zwei Männer traten ein.

   No me equivocaba. Pronto se oyó un ruido de cerrojos, la puerta se abrió y aparecieron dos hombres.

   Der eine, von kleiner Statur, kräftigen Muskeln, breiten Schultern, starken Gliedmaßen, hatte einen dicken Kopf mit reichlichem schwarzen Haar, dichtem Schnurrbart, lebhaftem durchdringendem Blick, und seine ganze Persönlichkeit war von der südlichen Lebhaftigkeit beseelt, welche in Frankreich die Provençalen kennzeichnet. Er sprach in meiner Gegenwart stets einen sonderbaren, durchaus unverständlichen Dialekt.

   Uno de ellos era de pequeña estatura y de músculos vigorosos, ancho de hombros y robusto de complexión, con una gruesa cabeza con cabellos negros y abundantes; tenía un frondoso bigote y una mirada viva y penetrante, y toda su persona mostraba ese sello de vivacidad meridional que caracteriza en Francia a los provenzales. Diderot pretendía, con razón, que los gestos humanos son metafóricos, y aquel hombre constituía ciertamente la viva demostración de tal aserto. Al verlo se intuía que en su lenguaje habitual debía prodigar las prosopopeyas, las metonimias y las hipálages, pero nunca pude comprobarlo, pues siempre empleó ante mí un singular idioma, absolutamente incomprensible.

   Der zweite hatte sehr entschieden markirte Züge, so daß ein Physiognom darin wie in einem offenen Buche lesen konnte. Ich erkannte leicht als hervorstechende Charaktereigenthümlichkeiten: ein Selbstvertrauen, das mit kalter Sicherheit aus den schwarzen Augen strahlte; Gelassenheit ruhigen Blutes, Energie und Muth. Der Mann war stolz, sein fester und ruhiger Blick schien hohe Gedanken zu bergen, und aus alle diesem, der Uebereinstimmung von Körperbewegungen mit den Gesichtszügen, sprach unbestreitbar eine offene Seele.

   El otro desconocido merece una descripción más detallada. Un discípulo de Gratiolet o de Engel hubiera podido leer en su fisonomía como en un libro abierto. Reconocí sin vacilación sus cualidades dominantes: la confianza en sí mismo, manifestada en la noble elevación de su cabeza sobre el arco formado por la línea de sus hombros y en la mirada llena de fría seguridad que emitían sus ojos negros; la serenidad, pues la palidez de su piel denunciaba la tranquilidad de su sangre; la energía, demostrada por la rápida contracción de sus músculos superciliares, y, por último, el valor, que cabía deducir de su poderosa respiración como signo de una gran expansión vital.

   Debo añadir que era un hombre orgulloso, que su mirada firme y tranquila parecía reflejar una gran elevación de pensamientos, y que de todo ese conjunto de rasgos y de la homogeneidad expresiva de sus gestos corporales y faciales cabía diagnosticar, según la observación de los fisonomistas, una indiscutible franqueza.

   Unwillkürlich fühlte ich mich in seiner Gegenwart beruhigt, und ich ahnte nur Gutes von unserer Unterredung.

   Me sentí «involuntariamente» tranquilizado en su presencia y optimista en cuanto al resultado de la conversación.

   Ob dieser Mann fünfunddreißig oder fünfzig Jahre alt war, hätte ich nicht bestimmt angeben können. Er war von hoher Statur, hatte eine weite Stirn und gerade Nase, klar gezeichneten Mund, prachtvolle Zähne, seine, lange Hände, geeignet, einer hohen und leidenschaftlichen Seele zu dienen. Dieser Mann stellte unstreitig einen bewundernswerthen Typus dar, wie ich ihn sonst nirgends getroffen habe. Seine Augen, etwas weit von einander abstehend, vermochten fast den vierten Theil des Horizonts zugleich zu überblicken. Zu dieser Fähigkeit gesellte sich eine Sehkraft, welche die Ned-Land's noch weit übertraf, und welcher Blick! wie vermochte er die durch Entfernung verkleinerten Gegenstände zu vergrößern! wie drang er tief in die Seele! er durchschaute klar die für uns dunkeln Gewässer, und reichte bis auf den Meeresgrund! ...

   Imposible me hubiera sido precisar si el personaje tenía treinta y cinco o cincuenta años. Era de elevada estatura; su frente era ancha; recta la nariz; la boca, netamente dibujada; la dentadura, magnífica, y sus manos eran finas y alargadas, eminentemente «psíquicas», por emplear la expresión de la quirognomonía con que se caracteriza unas manos dignas de servir a un alma elevada y apasionada. Aquel hombre constituía ciertamente el tipo más admirable que me había encontrado en toda mi vida. Detalle particular: sus ojos, un tanto excesivamente separados entre sí, podían abarcar simultáneamente casi la cuarta parte del horizonte. Esa facultad que pude verificar más tarde- se acompañaba de la de un poder visual superior incluso al de Ned Land. Cuando aquel desconocido fijaba sus ojos en un objeto, la línea de sus cejas se fruncía, sus anchos párpados se plegaban circunscribiendo las pupilas y, estrechando así la extensión del campo visual, miraba. ¡Qué mirada la suya! ¡Cómo aumentaba el tamaño de los objetos disminuidos por la distancia! ¡Cómo le penetraba a uno hasta el alma, al igual que lo hacía con las capas líquidas, tan opacas para nuestros ojos, y como leía en lo más profundo de la mar!

   Die beiden Unbekannten, mit Mützen von Seeotterfell und in Seestiefeln von Robbenfell, trugen Kleider von einem besondern Gewebe, die große Freiheit der Bewegungen gestatteten.

   Los dos desconocidos, tocados con boinas de piel de nutria marina y calzados con botas de piel de foca, vestían unos trajes de un tejido muy particular que dejaban al cuerpo una gran libertad de movimientos.

   Der größere von beiden, offenbar der Anführer der Leute an Bord, prüfte uns mit größter Achtsamkeit, ohne ein Wort zu reden. Darauf besprach er sich mit seinem Gefährten in einer Sprache, die mir nicht bekannt war. Es war ein volltönender, harmonischer, biegsamer Dialekt mit sehr verschiedenartiger Betonung.

   El más alto de los dos evidentemente el jefe a bordo nos examinaba con una extremada atención, sin pronunciar palabra. Luego se volvió hacia su compañero y habló con él en un lenguaje que no pude reconocer. Era un idioma sonoro, armonioso, flexible, cuyas vocales parecían sometidas a una muy variada acentuación.

   Der andere erwiderte mit Kopfschütteln, und fügte einige völlig unverständliche Worte bei. Darauf schien sein Blick mich direct zu fragen.

   El otro respondió con un movimiento de cabeza y añadió dos o tres palabras absolutamente incomprensibles para nosotros. De nuevo los ojos del jefe se posaron en mí y su mirada parecía interrogarme directamente.

   Ich erwiderte in gutem Französisch, daß ich seine Frage nicht verstehe; aber er schien mich auch nicht zu verstehen, und wir geriethen in einige Verlegenheit.

   Respondí, en buen francés, que no entendía su idioma, pero él pareció no comprenderme a su vez y pronto la situación se tornó bastante embarazosa.

   »Mein Herr möge immer unsere Geschichte erzählen, sagte Conseil. Diese Herren werden vielleicht einige Worte davon begreifen!«

   -Cuéntele el señor nuestra historia, de todos modos -me dijo Conseil-. Es probable que estos señores puedan comprender algunas palabras.

   Ich trug also eine Erzählung unserer Erlebnisse vor, articulirte dabei klar alle Sylben, und überging dabei nicht das Geringste. Ich bezeichnete unsere Namen und Eigenschaften; dann stellte ich in aller Förmlichkeit die Personen vor, den Professor Arronax, seinen Diener Conseil, und den Harpunier, Meister Ned-Land.

   Comencé el relato de nuestras aventuras, cuidando de articular claramente las silabas y sin omitir un solo detalle. Decliné nuestros nombres y profesiones, haciéndoles una presentación en regla del profesor Aronnax, de su doméstico Conseil y de Ned Land, el arponero.

   Der Mann mit den sanften und ruhigen Augen hörte mir gelassen, selbst höflich und sehr aufmerksam zu. Aber in seinen Zügen konnte man nicht erkennen, daß er meine Geschichte verstanden habe. Als ich fertig war, sprach er kein einziges Wort.

   El hombre de ojos dulces y serenos me escuchó tranquilamente, cortésmente incluso, y con una notable atención. Pero nada en su rostro indicaba que hubiera comprendido mi historia. Cuando la hube terminado, no pronunció una sola palabra.

   Wir hatten noch das Hilfsmittel des Englischen, das als eine Art Weltsprache vielleicht zur Verständigung führte. Ich kannte die Sprache, ebenso wie das Deutsche hinlänglich, um fließend darin zu lesen, verstand sie aber nicht correct zu sprechen. Jetzt aber galt es vornehmlich, sich verständlich zu machen.

   Quedaba el recurso de hablar inglés. Tal vez pudiéramos hacernos comprender en esa lengua que es prácticamente universal. Yo la conocía, así como la lengua alemana, de forma suficiente para leerla sin dificultad, pero no para hablarla correctamente. Y lo que importaba era que nos comprendieran.

   »Nun, sagte ich zum Harpunier, nun kommt an Sie die Reihe. Ziehen Sie, Meister Land, das beste Englisch, welches je ein Angelsachse sprach, aus ihrer Tasche, und bemühen Sie sich, glücklicher als ich zu sein.«

   -¡Vamos, señor Land! -le dije al arponero-, saque de sí el mejor inglés que haya hablado nunca un anglosajón, a ver si es más afortunado que yo.

   Ned ließ sich nicht bitten, und wiederholte meine Erzählung, dem Inhalte nach dasselbe, aber in etwas abweichender Form. Der Canadier sprach mit großer Lebendigkeit. Er beschwerte sich heftig, daß man wider das Völkerrecht ihn gefangen halte, fragte, welches Gesetz dieses gestatte, berief sich auf die Habeas-Corpus-Acte, drohte mit gerichtlicher Verfolgung, geberdete sich, schrie, und gab schließlich in ausdrucksvoller Weise zu erkennen, daß wir Hungers sterben würden.

   Ned no se hizo rogar y recomenzó mi relato, que pude comprender casi totalmente. Fue el mismo relato en el fondo, pero diferente en la forma. El canadiense, llevado de su carácter, le dio una gran animación. Se quejó con acritud de haber sido aprisionado con desprecio del derecho de gentes, pidió que se le dijera en virtud de qué ley se le retenía así, invocó el habeas corpus, amenazó con querellarse contra los que le habían secuestrado indebidamente, se agitó, gesticuló, gritó, y, finalmente, dio a entender con expresivos gestos que nos moríamos de hambre.

   Das war völlig der Wahrheit gemäß, aber wir hatten's fast vergessen.

   Lo que era totalmente cierto, aunque casi lo hubiéramos olvidado.

   Der Harpunier, schien es, wurde zu seinem großen Erstaunen nicht besser, als ich, verstanden.

   Con gran asombro por su parte, el arponero pudo darse cuenta de que no había sido más inteligible que yo. Nuestros visitantes permanecían totalmente impasibles. Era evidente que no comprendían ni la lengua de Arago ni la de Faraday.

   Ich war in Verlegenheit, da unsere Sprachkenntnisse erschöpft waren, wußte nicht, was nunmehr anzufangen. Conseil sagte:

   Tras haber agotado en vano nuestros recursos filológicos, me hallaba yo muy turbado y sin saber qué partido tomar, cuando me dijo Conseil:

   »Wenn mein Herr es zufrieden ist, will ich die Sache deutsch erzählen.

   -Puedo contárselo en alemán, si el señor me lo permite.

   – Wie? Du verstehst deutsch? rief ich.

   -¡Cómo! ¿Tú hablas alemán?

   – Wie ein Flamländer, wenn Sie's erlauben.

   -Como un flamenco, mal que le pese al señor.

   – Es ist mir recht lieb. Fange nur an.«

   -Al contrario, eso me agrada. Adelante, muchacho.

   Und Conseil erzählte in seiner ruhigen Weise die Hauptzüge unserer Geschichte zum dritten Male. Aber trotz alles Bemühens half auch das Deutsche nichts.

   Y Conseil, con su voz pausada, contó por tercera vez las diversas peripecias de nuestra historia. Pero, pese a los elegantes giros y la buena prosodia del narrador, la lengua alemana no conoció mayor éxito que las anteriores.

   Endlich nahm ich alle Reste meiner Jugendstudien zusammen, und begann auf Lateinisch unsere Abenteuer zu erzählen. Cicero würde mich zwar damit in die Küche geschickt haben, doch brachte ich's fertig. Es war eben so fruchtlos.

   Exasperado ya, decidí por último reunir los restos de mis primeros estudios y narrar nuestras aventuras en latín. Cicerón se habría tapado los oídos y me hubiera enviado a la cocina, pero a trancas y barrancas seguí mi propósito. Con el mismo resultado negativo.

   Nachdem auch dieser letzte Versuch gescheitert war, wechselten die beiden Unbekannten einige Worte in ihrer unverständlichen Sprache und zogen sich ohne irgend ein Wort der Beruhigung zurück. Die Thür schloß sich hinter ihnen.

   Abortada definitivamente esta última tentativa, los dos desconocidos cambiaron entre sí algunas palabras en su lengua incomprensible y se retiraron sin tan siquiera habernos dirigido uno de esos gestos tranquilizadores que tienen curso en todos los países del mundo. La puerta se cerró tras ellos.

   »Infam! schrie Ned-Land in Zornes Entrüstung. Wie! man spricht zu den Schuften französisch, englisch, deutsch, lateinisch, und keiner ist so höflich zu antworten!

   -¡Esto es una infamia! -exclamó Ned Land, estallando de indignación por vigésima vez-. ¡Cómo! ¡Se les habla a estos bandidos en francés, en inglés, en alemán y en latín, y no tienen la cortesía de responder!

   – Ruhig, Ned, sagte ich zum aufbrausenden Harpunier, der Zorn würde zu nichts führen.

   -Cálmese, Ned -dije al fogoso arponero-, la cólera no conduce a nada.

   – Aber, wissen Sie, Herr Professor, fuhr unser zornmüthiger Kamerad fort, wir werden in diesem eisernen Käfig ganz und gar Hungers sterben?

   -Pero ¿se da usted cuenta, señor profesor replicó nuestro irascible compañero , de que podemos morir de hambre en esta jaula de hierro?

   – Bah! sagte Conseil philosophisch, man kann noch lange aushalten!

   -¡Bah! Con un poco de filosofía, podemos resistir aún bastante tiempo dijo Conseil.

   – Lieben Freunde, sagte ich, man muß nicht verzweifeln. Wir hatten uns in der allerschlimmsten Lage befunden. Seien Sie so freundlich zu warten, um mir ein Urtheil über den Commandanten und die Mannschaft dieses Fahrzeugs zu bilden.

   -Amigos míos dije-, no hay que desesperar. Nos hemos hallado en peores situaciones. Hacedme el favor de esperar para formarnos una opinión sobre el comandante y la tripulación de este barco.

   – Ich bin mit meinem Urtheil fertig, versetzte Ned-Land. Es sind Schurken ...

   -Mi opinión ya está hecha -replicó Ned Land-. Son unos bandidos.

   – Gut! und aus welchem Land.

   -Bien, pero… ¿de qué país?

   – Aus dem Schurkenland!

   -Del país de los bandidos.

   – Wackerer Ned, dieses Land ist auf den Karten noch nicht genügend bestimmt, und ich gestehe, daß die Nationalität der beiden Unbekannten schwer zu ermitteln ist! Weder Engländer, noch Franzosen, noch Deutsche, das ist Alles, was man bis jetzt sagen kann. Doch möchte ich annehmen, daß die Beiden einer südlichen Breite angehören, sie haben etwas Südliches in ihrem Wesen. Aber ob Spanier, Türken, Araber oder Indier, läßt sich aus ihrem physischen Typus noch nicht ermessen. Ihre Sprache ist völlig unverständlich.

   -Mi buen Ned, ese país no está aún indicado en el mapamundi. Confieso que la nacionalidad de estos dos desconocidos es difícil de identificar. Ni ingleses, ni franceses, ni alemanes, es todo lo que podemos afirmar. Sin embargo, yo diría que el comandante y su segundo han nacido en bajas latitudes. Hay algo en ellos de meridional. Pero ¿son españoles, turcos, árabes o hindúes? Eso es algo que sus tipos físicos no me permiten decidir. En cuanto a su lengua, es absolutamente incomprensible.

   – Das ist die unangenehme Folge, wenn man nicht alle Sprachen versteht, oder der Nachtheil, daß wir nicht eine einzige Sprache haben!

   -Éste es el inconveniente de no conocer todas las lenguas, o la desventaja de que no exista una sola -respondió Conseil.

   – Das würde uns nichts helfen, erwiderte Ned-Land. Sehen Sie nicht, daß diese Leute eine eigene Sprache für sich haben, die sie erfanden; um brave Leute, die zu essen begehren, in Verzweiflung zu bringen! Versteht man doch in allen Sprachen der Welt, was es bedeutet, wenn man den Mund aufsperrt, die Kinnladen bewegt, mit den Zähnen und Lippen schnappt.

   -Lo que no serviría de nada -replicó Ned Land . ¿No ven ustedes que esta gente tiene un lenguaje para ellos, un lenguaje inventado para desesperar a la buena gente que pide de comer? Abrir la boca, mover la mandíbula, los dientes y los labios ¿no es algo que se comprende en todos los países del mundo? ¿Es que eso no quiere decir tanto en Quebec como en Pomotu, tanto en París como en los antípodas, que tengo hambre, que me den de comer?

   – O, sagte Conseil, es giebt so dumme Leute! ...«

   -¡Oh!, usted sabe, hay naturalezas tan poco inteligentes.

   Wie er dies sprach, öffnete sich die Thüre. Ein Steward tratt ein und brachte uns Meerkleidung, Hosen und Weste, aus einem mir unbekannten Stoff. Ich zog sie augenblicklich an, und meine Gefährten folgten meinem Beispiel.

   No había acabado Conseil de decir esto, cuando se abrió la puerta y entró un steward. Nos traía ropas, chaquetas y pantalones, hechas con un tejido cuya naturaleza no pude reconocer. Me apresuré a ponerme esas prendas y mis compañeros me imitaron.

   Unterdessen hatte der Steward, – stumm, vielleicht auch taub – den Tisch gedeckt und drei Gedecke aufgesetzt.

   Mientras tanto, el steward mudo, sordo quizá había dispuesto la mesa, sobre la que había colocado tres cubiertos.

   »Das ist doch was Ernstliches, sagte Conseil, und hat etwas Gutes zu bedeuten.

   -¡Vaya! Esto parece serio y se anuncia bien -dijo Conseil.

   – Bah! erwiderte der Harpunier im Aerger, was Teufel meinen Sie denn, was man hier speist? Schildkrötenleber, Lendenstück vom Hai, Beefsteak vom Seehund!

   -¡Bah! -respondió el rencoroso arponero-, ¿qué diablos quiere usted que se coma aquí? Hígado de tortuga, fidete de tiburón o carne de perro marino…

   – Nun, wir werden sehen,« sagte Conseil.

   -Ya veremos -dijo Conseil.

   Die Gerichte, mit silbernen Glocken bedeckt, wurden symmetrisch auf das Tischtuch gestellt, und wir setzten uns zu Tische. Gewiß hatten wir's mit Leuten von Bildung zu thun, und hätte uns nicht das elektrische Licht umstrahlt, so hätte ich geglaubt im Speisesaal des Hôtel Adelphi zu Liverpool, oder des Grand-Hôtel zu Paris zu sein. Doch muß ich bemerken, daß Brod und Wein gänzlich mangelten. Das Wasser war frisch und klar, aber es war Wasser, – was Ned-Land nicht behagte. Unter den Speisen, die uns vorgesetzt wurden, erkannte ich einige köstlich zubereitete Fische; aber über einige Gerichte, die übrigens vortrefflich waren, konnte ich nicht urtheilen, ich konnte nicht einmal sagen, ob sie ihrem Stoff nach dem Pflanzen- oder Thierreich angehörten. Das Tafelgeräthe war elegant und geschmackvoll. Jeder Gegenstand, Löffel, Gabel, Messer, Teller, hatten eine Devise als Aufschrift, folgendermaßen:

   Los platos, cubiertos por una tapa de plata, habían sido colocados simétricamente sobre el mantel. Nos sentamos a la mesa. Decididamente, teníamos que vérnoslas con gente civilizada, y de no ser por la luz eléctrica que nos inundaba, hubiera podido creerme en el comedor del hotel Adelhi, en Liverpool, o del Gran Hotel, en París. Sin embargo, debo decir que faltaban por completo al pan y el vino. El agua era fresca y límpida, pero era agua, lo que no fue del gusto de Ned Land. Entre los platos que nos sirvieron reconocí diversos pescados delicadamente cocinados, pero hubo otros sobre los que no pude pronunciarme, aunque eran excelentes, hasta el punto de que hubiera sido incapaz de afirmar si su contenido pertenecía al reino vegetal o al animal. En cuanto al servicio de mesa, era elegante y de un gusto perfecto. Cada utensilio, cuchara, tenedor, cuchillo y plato, llevaba una letra rodeada de una divisa, cuyo facsímil exacto helo aquí:

Mobilis in Mobile

   MOBILIS N IN MOBILE

   Beweglich im beweglichen Element! Dieselbe paßte genau auf das unterseeische Fahrzeug. Das N war ohne Zweifel der Anfangsbuchstabe des räthselhaften Mannes, der im Meeresgrund herrschte!

   ¡Móvil en el elemento móvil! Esta divisa se aplicaba con exactitud a este aparato submarino, a condición de traducir la preposición in por en y no por sobre. La letra N era sin duda la inicial del nombre del enigmático personaje al mando del submarino.

   Ned und Conseil überlegten nicht so viel. Sie verschlangen, und ich folgte bald ihrem Beispiel. Ich war übrigens über unser Schicksal beruhigt, und es schien klar zu sein, daß unsere Wirthe uns nicht würden Hungers sterben lassen.

   Ned y Conseil no hacían tantas reflexiones, devoraban, y yo no tardé en imitarles. Estaba ya tranquilizado sobre nuestra suerte, y me parecía evidente que nuestros huéspedes no querían dejarnos morir de inanición.

   Jedoch, hienieden nimmt Alles ein Ende, selbst der Hunger von Leuten, die seit vierzehn Stunden nichts gegessen haben. Als unser Appetit befriedigt war, machte sich das Bedürfniß des Schlafes gebieterisch geltend. Ein ganz natürlicher Rückschlag nach der unendlich langen Nacht, während wir mit dem Tode zu ringen hatten.

   Todo tiene un fin en este bajo mundo, hasta el hambre de quienes han permanecido sin comer durante quince horas. Satisfecho nuestro apetito, se dejó sentir imperiosamente la necesidad de dormir. Reacción muy natural tras la interminable noche que habíamos pasado luchando contra la muerte.

   »Meiner Treu', ich möchte gerne schlafen, sagte Conseil.

   -Me parece que no me vendría mal un sueñecito -dijo Conseil.

   – Und ich schlafe schon!« erwiderte Ned-Land.

   -Yo ya estoy durmiendo -respondió Ned.

   Meine beiden Gefährten streckten sich auf die Matte der Cabine, und sanken bald in tiefen Schlummer.

   Mis compañeros se tumbaron en el suelo y no tardaron en sumirse en un profundo sueño.

   Ich meines Theils vermochte nicht so leicht dem noch so starken Bedürfniß des Schlafes nachzugeben. Es häuften sich zu viele Gedanken in meinem Geist, zu viele unlösbare Fragen drängten sich in demselben! Wo befanden wir uns? Welche seltsame Macht hatte uns erfaßt? Ich fühlte – oder vielmehr glaubte es – wie das Fahrzeug zum tiefsten Meeresgrund hinabsank. Es befiel mich arge Beklemmung. Ich erblickte in diesem geheimnißvollen Asyl eine ganze Welt unbekannter Thiere, zu welchem dieses Fahrzeug als gleichartig zu gehören schien, lebendig, sich bewegend, furchtbar wie sie! ... Endlich ward mein Gehirn ruhig, meine Gedankenbilder verschwammen in eine Schlaftrunkenheit, die mich bald in düstern Schlummer versenkte.

   Por mi parte, cedí con menos facilidad a la imperiosa necesidad de dormir. Demasiados pensamientos se acumulaban en mi Cerebro, acosado por numerosas cuestiones insolubles, y un tropel de imágenes mantenía mis párpados entreabiertos. ¿Dónde estábamos? ¿Qué extraño poder nos gobernaba? Sentía, o más bien creía sentir, que el aparato se hundía en las capas más profundas del mar, y me asaltaban violentas pesadillas. Entreveía en esos misteriosos asilos todo un mundo de desconocidos animales, de los que el barco submarino era un congénere, como ellos vivo, moviente y formidable… Mi cerebro se fue calmando, mi imaginación se fundió en una vaga somnolencia, y pronto caí en un triste sueño.

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